Carta a mamá
Tus manos me enseñaron las más dulces caricias.
Tus besos me dieron la felicidad más tierna,
tus melodiosas palabras calmaron
mis más hondas penas, tu constancia, tu paciencia …
Tan solo tu presencia, sosegó mi alma.
Esas noches enteras desvelando tu sueño
para velar por el mío.
Tus más hondas heridas hiciste invisibles
para dar tranquilidad a mi vida.
De ti me alimenté, gracias a ti crecí
y me hice mujer.
Mujer,
Reflejo de tu dignidad y grandeza,
aunque nunca llegue a alcanzar tu altura.
Aún siendo ya mujer
me mantiene viva saber que existes.
Aún hoy necesito, como aquella chiquilla,
por ti sentirme protegida.
¿Cómo decirte lo que significas para mi?
Dime, te agrada saber que eternamente
te llevaré en mi ser?
Te quiero mamá
Estela M. Bertolino - 1997
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