Si tuviera el valor de decirte adiós.
De decirte que te quiero pero ya no es posible seguir.
Que tengo amor, pero también orgullo,
que me faltan ilusiones, que me faltan esperanzas.
Si tuviera el valor para decirte que el amarte me hace sufrir,
que ya no soporto tu desprecio.
Decirte que me debilita tu presencia,
si no estás pienso que ya todo termina, y luego . . .
cuando vienes me falta el valor para alejarme de ti porque te amo.
¿Qué será mejor?
Tenerte cerca y que esto me recuerde a cada instante que no me amas.
O tenerte lejos, aunque nunca pueda olvidarte.
¿Qué será más cruel y masoquista?
Si tuviera el valor de decirte que quiero probar, saber si puedo vivir sin ti.
Si tuviera el valor, te arrancaría de mi,
si no tuviera miedo a que no sea posible
y sólo agrande mi herida, que sangra eternamente y sin medida,
haciéndome ver que cometí un error y que entonces sí, ya nunca tendré tu amor.
¡Ay, si tuviera el valor!
Estela M. Bertolino – 14/07/1989
No hay comentarios:
Publicar un comentario